jueves, 3 de marzo de 2011

Lo nuevo en IPad 2.

Ponerse frente al nuevo iPad de Apple es, más o menos, como mirar un marco digital de fotos. Cogerlo también. Sus formas más redondeadas dan más peso visual al marco negro -o blanco- y el tacto es mucho mejor que el del primer iPad. A lo que hay que sumar que los 100 gramos que ha adelgazado son de gran ayuda a la hora de sujetarlo. Por resumir: es más cómodo que la primera versión.



Aunque, tras 10 minutos de uso, no me atrevería a decir que es una experiencia distinta al primer iPad, sí es un buen lavado de cara. Incluso uno necesario. Era el momento de limpiarlo y afinarlo ante las decenas de competidores que surgen y están por surgir. ¿Que hay entonces de nuevo? Trataré de resolver las dudas:

- ¿Es tan distinto del primero? Bastante. Como ya he dicho, es más cómodo, más agradable, todavía más Apple. Sin embargo, choca ver cómo el iPhone 4 se hizo más cuadrado y ahora el iPad se hace más redondeado. Su parte trasera, para entendernos, es muy parecida a la de un gran iPhone 3G. Y sí, se nota que es mucho más fino y que pesa algo menos.

- ¿Es más rápido? Es difícil decirlo después de 10 minutos de uso. Pero realmente impresiona cómo gestiona vídeo y audio en iMovie o GarageBand. Desde luego, el nuevo chip A5 promete, sobre todo si, como ha dicho Steve Jobs, respeta la duración de la batería.

- ¿Son útiles las cámaras? Depende. Si vas a usar FaceTime de forma intensiva, probablemente sí. Para sacar fotos o grabar vídeo probablemente no. Habrá que esperar también a ver aplicaciones que les saquen partido. Pero funcionan correctamente.

- ¿Entonces, podra verse el iPad en la tele? Sí, al fin. No a través de AirPlay, que también ha mejorado, sino con un adaptador y mediante cable, pero algo es algo: cualquier página web, aplicación o vídeo que se pueda ver en el iPad, si se conecta con el adaptador que venderá Apple -39 euros- podrá verse de forma íntegra en la tele. Promete.

- ¿Y esa nueva carcasa? Realmente es una pequeña maravilla. También un capricho de todos los colores, pero es un detalle de diseño y facilidad de uso de tal nivel que debería ser objeto de estudio. Es impresionante ver cómo se pega al iPad, cómo se pliega y cómo protege el cacharro sin molestar. Apple se ha lucido, aunque sólo sea un accesorio, y no me extrañan para nada las maravillas que ha dicho Steve Jobs sobre esta nueva tapa.

Una serie de novedades que, junto a las del nuevo iOs 4.3, harán del iPad un producto más interesante que su predecesor sin llegar a la categoría de imprescindible. ¿Merece entonces la pena comprar el nuevo y deshacerse del antiguo? No es para tanto, especialmente si tenemos en cuenta que probablemente antes de un año aparezca la tercera versión, que sí promete cambios sustanciales. Quien lo compre por primera vez, eso sí, tendrá que adquirir el iPad 2, porque Apple dejará de vender el hermano pequeño.


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